No es seguro, pero puede llegar el día en que algo nos distancie un poco. No será poca cosa, una "simple" diferencia de opinión o un disgusto. Entre nosotros podría interponerse un par de deseos opuestos, algo que tú quieras con toda el alma, algo sin lo que no podrías ser feliz. Y si yo llego a ser lo suficientemente adulto, conservador, temeroso y sobreprotector, ese algo mismo será justo lo que no quería para ti, lo único que desearía sacrificaras por tu propio bien.
La lección, esta vez, consiste en que luches por lo que quieres sin importar cuan equivocado te diga yo que estés. Con el paso de los años, los hombres nos volvemos proclives a creer que tenemos la razón en todo y que los jóvenes no saben nada, que necesitan SIEMPRE nuestra guía. Tu padre hará todo lo posible por no covertirse en un viejo chapado a la antigua, incapaz de comprender los nuevos tiempos. Sin embargo no hay garantía de ello así que de una vez te firmo este cheque en blanco.
Pero, cuidado. Este contrato trae dos cláusulas muy importantes. La primera es que tú te harás responsable de las consecuencias de tus actos. Otra vez, cuidado. Y la otra, grábatela bien: no importa lo que suceda, siempre podrás contar conmigo, aun a pesar de mí.
P.D.: nomás por favor que no se te ocurra entrar a la milicia o al sacerdocio. ;-)
2 comentarios:
Éste está muy tierno!
Pero tú jamás vas a ser un papá adulto, conservador, temeroso, sobreprotector, chapado a la antigua, incapaz de comprender los nuevos tiempos.
La verdad tus hijos se van a ver bien rayados contigo.
Por alguna razón, me recordaste a mi papá.
Yo desearía, papá o no, nunca ser todas esas cosas, pero uno nunca sabe. Además quiero dejar espacio para lo que no se puede prever. Es la ley de la vida: "things change".
Pero, gracias de todos modos. Y lo de tu papá es un halago. Totalmente inmerecido, por cierto.
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